Atrapado en la mansión de los horrores -Leyenda Corta

Lucas era un joven curioso y valiente, que siempre buscaba nuevas experiencias. Un día, se enteró de que había una mansión abandonada en las afueras de la ciudad, que según decían, estaba embrujada por los espíritus de sus antiguos dueños. Lucas no creía en esas cosas, y decidió ir a explorarla por su cuenta.

Llegó a la mansión al anochecer, y se sorprendió al ver que la puerta estaba entreabierta. Entró sin dudar, y se encontró con un gran hall, lleno de polvo y telarañas. Lucas sacó su linterna y empezó a recorrer las habitaciones, buscando algo interesante.

Pero pronto se dio cuenta de que no estaba solo. Escuchó pasos, susurros, risas y llantos. Vio sombras, luces, sangre y cadáveres. Sintió frío, calor, dolor y miedo. La mansión estaba viva, y no quería dejarlo salir.

Lucas corrió hacia la puerta, pero estaba cerrada con llave. Buscó otra salida, pero todas las ventanas y las escaleras estaban bloqueadas. Se dio cuenta de que estaba atrapado en la mansión de los horrores, y que tenía que encontrar la forma de escapar.

Pero no era fácil. La mansión era un laberinto, y cada vez que Lucas creía haber encontrado una salida, se encontraba con un nuevo obstáculo. Además, la mansión jugaba con su mente, mostrándole visiones de su pasado, su presente y su futuro. Lucas empezó a perder la cordura, y a dudar de lo que era real y lo que no.

Finalmente, Lucas llegó a una habitación que parecía ser la última. Era una biblioteca, llena de libros antiguos y misteriosos. En el centro, había una mesa con un libro abierto. Lucas se acercó, y vio que el libro tenía un título:

"La llave de la libertad".

Lucas pensó que tal vez ese libro era la solución a su problema. Lo tomó con cuidado, y leyó la primera página. Era una advertencia:

"Este libro contiene el secreto para salir de esta mansión. Pero tiene un precio. Si lo lees, tendrás que enfrentarte a tu mayor miedo. Si lo superas, podrás escapar. Si no, morirás".

Lucas sintió un escalofrío, pero también una esperanza. Decidió arriesgarse, y siguió leyendo. El libro le hizo una pregunta:

"¿Cuál es tu mayor miedo?"

Lucas pensó por un momento, y escribió la respuesta en el libro:

"La soledad".

El libro se cerró de golpe, y la habitación se oscureció. Lucas escuchó una voz que le dijo:

"Has elegido tu destino. Ahora, prepárate para enfrentarlo".

Lucas sintió que algo lo agarraba por detrás, y lo arrastraba hacia la oscuridad. Gritó, pero nadie lo escuchó. Estaba solo, y ya no tuvo escapatoria.